La visita a este santuario mariano, tiene un matiz peregrinante, artístico, devocional y religioso. La silueta y perspectiva exterior del templo y el conjunto pintoresco del paisaje es de gran riqueza así como la grandiosidad de la nave, la altura de la cúpula y la riqueza escultórica de las tallas de las imágenes. Esta ermita cuenta con ocho siglos de existencia fue edificada en el año 1200 por Santo Domingo de Guzmán, pero fue reconstruida en el siglo XVIII, se fundó "en concordia" con los pueblos vecinos de Pomer y Beratón.

Santo Domingo predicó en Borobia y ante el concurso de gente de los pueblos cercanos, la predicación se traslado al llano de la Hoya, este paraje tiene cierto interés mágico ya que la virgen se apareció en una piedra, y desde allí dio un salto hasta donde se encuentra la ermita hoy en día.

El río Manubles y su corto recorrido por tierras sorianas, hasta que se pierde en busca del Ebro por la hermana Zaragoza, tiene, en su nacimiento, el entorno más hermoso que pueda imaginarse. Nace de las numerosas fuentes que se forman en la dehesa de Tablado, allí donde actualmente los molinos de viento campean a sus anchas desconcertando a las miles y miles de cabezas de ganado ovino que, año tras año, acuden desde todas partes de Soria y Navarra a pasar el verano al fresco pasto. Al fondo, como enmarcando el paisaje, el Moncayo y sus nieves casi perpetuas, protegen a este maravilloso paisaje.

No podía faltar en este entorno una ermita, pero en Borobia hay hasta tres, la más importante de ellas es la llamada de la Virgen de los Santos. Y es que los lugares elegidos desde siempre para instalar los templos –grandes o pequeños- no lo fueron al azar, templo y agua han formado un conjunto religioso desde que el hombre decidió erigir monumentos a sus dioses que persiste en la actualidad. Siguiendo con ese rito, la ermita de los Santos se asienta junto a un manantial que recibe el nombre de "La Ermita" y que forma un arroyo con el mismo nombre.

Parece estar documentado –así lo recoge el padre Damián Janáriz- que en el lugar donde ahora se asienta la ermita, predicó santo Domingo de Guzmán, en el siglo XIII. "En este templo de la naturaleza predicó Santo Domingo sirviéndole de altar el Moncayo, de lámpara ardiente el rey de los astros, de cantores los pajaritos del monte, de alfombra el mullido césped y de bóveda la inmensidad de los cielos". Acudieron a estas predicaciones gentes de los alrededores y todos colaboraron en la edificación de la primitiva ermita (se dice que Pomer envió peones y yeso, Beratón útiles y obreros, Borobia, óbolo y trabajo personal), que más tarde sería sustituida por la que hoy puede verse, la del año 1700. Desde entonces se celebra la misión de Santo Domingo, formándose alrededor del hecho una importante Concordia de pueblos de Soria y de Zaragoza; durante los actos que se celebraban se oye una y otra vez la siguiente oración:

1 Predicando a la comarca
el apóstol de María
a la virgen de los Santos
quiso erigir esta ermita.
Durante ochocientos años
aquí sois enaltecida.

Celebran la fiesta el domingo siguiente al día de la Natividad de Nuestra Señora. (Recogido por el padre Damián Janáriz).

Cuando visitamos este hermoso lugar de la Tablado –donde la leyenda dice que había minas de plata- con María Jesús Aranda, los niños de los pueblos de alrededor habían plantado más de doscientos árboles, de los cuales, muchos, crecían con fuerza, gracias al agua y, según María Jesús, a la protección de la virgen de los Santos.

1 Información recogida del libro "Soria pueblo a pueblo" por Isabel y Luisa Goig.


Imagen de la Ermita de la Virgen de los Santos